CONCLUSIONES Y REFLEXIONES EXTRAÍDAS DE LA PONENCIA DE ROSA MARÍA CALAF

19 may. 2021

Rosa Maria Calaf Solé, periodista de larga trayectoria, galardonada internacional y nacional por su labor informativa, aportó a estas jornadas una visión crítica antes las estructuras sociales que parecen tener un “cierto interés” en proyectar y perpetuar una imagen no real de las personas mayores que está ocasionando un daño social gravísimo, no sólo porque apuntala esos clichés antiguos a los que nos estamos refiriendo en cuanto a la imagen de las personas mayores, sino porque en el ideario de este grupo, también afecta negativamente a su identidad y autoconcepto, haciendo que se perciban como personas que no sirven para nada y que son una carga o un estorbo.
 

CAMBIAR LA MIRADA

Para comenzar a romper el “círculo vicioso” al que Rosa María Calaf hace referencia en esta exposición, es necesario comenzar por hacer una profunda reflexión sobre varios aspectos, empezando por redefinir el concepto de persona mayor. Se trata de un concepto amplio y heterogéneo que acoge muchos perfiles y es necesaria su adaptación y adecuación a la realidad actual. Dentro de este perfiles hay personas muy vinculadas al día a día y muy interesadas en todo lo que ocurre a su alrededor, que desean participar del presente y del futuro, pero sin olvidar su esencia pasada y su estructura personal. Este valor del camino recorrido no debe desaprovechar, y esto es un gran reto del siglo XXI.

La imagen más habitual que se proyecta de las personas mayores en los medios de comunicación son personas con salud deteriorada, escasez de recursos , que pasan el tiempo de forma pasiva o que no puedan valerse por sí mismos. Según Rosa María Calaf, no se trata de mirar para otro lado o no atender o trabajar sobre esta realidad, simplemente recordar que este no es el único perfil, ya que como se hizo referencia anteriormente, este es heterogéneo y en general mucho más positivo.

Cierto es que “la pandemia” ha sido clave para exponer esta percepción, que es equivocada y que no es la tónica general. Ha hecho que se visibilice esa discriminación, esa imagen con estereotipos negativos de la vejez también ha puesto en evidencia las políticas de exclusión, y su reflejo como población de riesgo que nos traslada a ese antiguo concepto de cargapor lo que “ hay que tomar decisiones por ellos y ellas”, porque no son capaces de tomar decisiones correctas o acertadas. Esto vuelve a contradecir esa mirada moderna contra la antigua. Estos estereotipos y el silencio cómplice instalado hacen que se perpetúen, sin reflejar de ninguna manera esta pluralidad.

Entre las sugerencias que como profesional del periodismo nos deja Rosa María Calaf en esta ponencia destacamos las siguientes:

 

PROYECCIÓN PLURAL Y POSITIVA

Proyectar su imagen como ciudadanos y ciudadanas de derecho, como personas que actúan con provecho y eficacia. Hacerlos aparecer como protagonistas en todos los ámbitos de la sociedad, políticas, cultura, deporte y empresarial. Evitando que se conviertan en objeto de ridículo, parodia o mero elemento de expectación mediático.

En relación a los informativos y de cómo se informa sobre los mayores, hay que seleccionar de noticias positivas que se dan sobre los mayores, que muy frecuentemente aparecen más como víctimas que como protagonistas.

Con respecto a la publicidad, se debe tener especial atención con la condescendencia, factor añadido a la persona si es mujer y mayor, lo cual complica más la situación.

 

ROMPER EL CÍRCULO

Este “círculo vicioso” no se rompe sin un consenso y compromiso político, de la sociedad en general y por supuesto, sin la participación de la propia gente mayor. Se dan frecuentes actitudes de indiferencia a todo lo positivo que aportan y envuelven a las personas mayores por eso debemos contar con su reflexión y su opinión, sabiduría y proyecciones desde todos los temas de actualidad. Son capaces de abordar muchos asuntos y fuentes de información para aportar soluciones a cualquier problemática. Sólo de esta manera se podrá traspasar ese “concepto de carga” para percibirlo como un “recurso” pero esto sólo sería sólo una conquista más, de otras tantas que quedan.

Esos distintos paradigmas con respecto a la visión que tenemos de las personas mayores y que “coexisten” deben ser “expuestos”, tienen unas consecuencias debido a la no correcta visibilización que hace aumentar esa negatividad reforzándose un estigma que apuntala estereotipos y apoya esa imagen negativa no deseada que genera rechazo de la población hacia ese colectivo tan amplio y heterogéneo.

 

MARKETING SOCIAL

Los mayores contados de esa manera no venden” según manifestó Rosa María, es imagen de necesitados de atención, cargado de problemas y de personas inútiles no refleja y no hace justicia a su potencial como mercado. Como peso económico, se olvida que los mayores de ochenta años son un grupo que crece exponencialmente en occidente, que tienen un gran poder adquisitivo.

Como reto, tenemos que lograr que la sociedad manifieste esta condición como inaceptable, que se abra líneas de reflexión y debate sobre la desigualdad legal a la que se enfrentan, a las líneas políticas de protección y promoción. Nos encontramos ante la necesidad de “reflexión profunda” , abierta y constante, cambio que debe empezar por nosotros mismos, 

A las personas mayores “hay que colocarlos junto al resto de los grupos de edad”. Se trata de un grupo cada vez más numeroso y que corresponde a una etapa de la vida cada vez más larga. Su valor debe ser potenciado y a los medios hay que exigir que tengan especial atención con el edadismo, las palabras que se utiliza el lenguaje verbal o no verbal pues “manipulan las ideas, arrastran connotaciones”. 

Debemos rechazar el sensacionalismo para pasar de “Hablar de lo que impacta”para a hablar de “lo que que importa”.

Dar importancia a la creación de espacio, lugares para la escucha, para dar opiniones en relación a las personas mayores y ser “pesados” con las informaciones en positivo.

Celebrar reuniones con el terreno mediático, desde el trabajo de campo pero también con directores, redactores jefes. 

Se trata de un trabajo que requiere la implicación de todos y todas, en especial de los protagonistas de estas jornadas y de las profesionales del ámbito que como dijo Rosa María Calaf, “comienza por nosotros mismos”.

 

Si quiere conocer más información sobre la ponencia de Rosa María Calaf Solé, le invitamos a que vea el vídeo de las Jornadas: 

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